Esta patología no es privativa de los profesionales o trabajadores de las distintas ramas que atienden temas relacionados con la salud. Los profesionales o empleados, enfermeras, médicos, maestros, etc. que trabajan en contacto directo con otras personas suelen padecer este síndrome.
Los problemas internos entre la empresa y el individuo pueden ser uno de los factores que generan un empleado "quemado" (Burnout). "La desorganización en el ámbito laboral pone en riesgo el orden y la capacidad de rendimiento del empleado" . Esto sucede, generalmente, cuando no hay claridad en los roles y las tareas que cada uno debe desempeñar. También la competencia desmedida entre los compañeros, un lugar físico insalubre para trabajar y la escasez de herramientas, útiles o medios suelen ser indicio de desorganización. Otro factor que influye es el individuo y su capacidad de adaptación, "dos personas pueden trabajar juntas y bajo el mismo nivel de presión y complicaciones, en ocasiones una se estresa y la otra no".
La incertidumbre, la disminución en la contención social, la inseguridad laboral y la escasa atención por parte de las empresas e instituciones a las condiciones de trabajo, hacen de disparador para que el Burnout haga sus primeras apariciones.
Es sabido que este tipo de patología no se presenta de modo constante y sí lo hace con oscilaciones y variaciones de intensidad (se sale y se entra). Con frecuencia es difícil establecer hasta que punto se padece el síndrome o simplemente se sufre el desgaste propio de la profesión y donde esta la frontera entre una cosa y la otra.
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